Por mucho tiempo creímos que existía una inteligencia, la intelectual o racional, que es utilizada para resolver problemas lógicos o estratégicos.

         Los psicólogos crearon tests para medir la inteligencia intelectual o racional y clasificar a la gente en distintos niveles de inteligencia. Cuanto más alto el cociente de inteligencia, propuesto por Bonet en 1920, más inteligencia en la persona.

         En la segunda parte del siglo XX, en la década de los 80, Howard Gardner, propone una novedosa interpretación, las Inteligencias Múltiples, que indica que cada persona posee al menos ocho inteligencias: Lingüística, lógica-matemática, espacial, corporal-kinestésica, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista. 

         Por su parte, en la década de los 90, Daniel Goleman propone una inteligencia adicional, la Inteligencia Emocional, aquella que nos hace conscientes de los sentimientos propios y de los demás. Nos produce empatía, comprensión, motivación y la capacidad de responder apropiadamente al dolor o al placer.

         Desde esta perspectiva, es importante tomar consciencia de qué sentimos, por ejemplo, estar contento es diferente a estar conforme.

         Estos dos estados afectan tus emociones, en consecuencia, las decisiones que tomas y los resultados que obtienes en la vida.

         ¿Estás insatisfecho con los resultados que estás obteniendo?

         Es muy importante que puedas revisar si tus emociones, pensamientos y acciones están alineados con los resultados que deseas obtener.

         Para avanzar hacia los resultados que deseas, es importante que te sientas contento y agradecido con lo que tienes.

         La postura de agradecimiento te pone en una frecuencia vibratoria de disposición a recibir, que te conecta con personas y situaciones que tienen tu misma vibración.

         Aún en situaciones de duelo, o pérdida de cualquier tipo, puedes estar agradecido con lo que ya has tenido, esto te ayuda a seguir fluyendo y manteniéndote en la vida, para poder seguir creciendo, evolucionando y poder tomar consciencia. Aunque una persona se haya ido de tu  vida puedes agradecer que estuvo y las cosas buenas que te dio te pueden poner contento.

         El conformismo ante una situación, por el contrario, limita tu potencial y tu habilidad de crecer, evolucionar y expandir tu consciencia, te conduce al estancamiento.

         Para que puedas fluir a través de la vida, para que puedas fluir en el mundo material, mantente contento. Te invito a revisar: ¿Cómo estás viviendo tu día a día?